Estrategias para afrontar el Burnout del cuidador.

Entre los cuidadores de personas que padecen EA (enfermedad de Alzheimer) existe la tendencia al aislamiento. Esto es debido, principalmente, a la cantidad de horas que dedican al cuidado.

Es importante evitar el aislamiento y buscar apoyo social repartiendo el cuidado con otras personas, ya sean del ámbito familiar o fuera de este. También es importante hablar con otros miembros de la familia de los pensamientos y emociones que le supone el hecho de cuidar, para así poder compartir sus sentimientos y necesidades. Asimismo, se debe contemplar la posibilidad de pedir ayuda a familiares y amigos.

La participación en cursos de formación puede ser de gran utilidad, ya que, en general, los cuidadores no tienen formación sobre la enfermedad o esta es muy escasa.

La formación puede actuar como una barrera protectora, ya que ayuda a conocer cómo va evolucionando la enfermedad y, por tanto, aumenta la comprensión sobre la enfermedad y ayuda a ir planificando los cambios. La participación en grupos de ayuda mutua, en los cuales los familiares comparten experiencias propias, es de gran ayuda para ver que otras personas están viviendo la misma situación.

Cuidarse a sí mismo es muy importante para poder continuar realizando esta tarea. Se debe mantener una rutina diaria donde se procure un buen descanso nocturno, mantener una buena alimentación, realizar ejercicio y controlar la propia salud. Por otra parte, el mantenimiento de hobbies y la realización de actividades agradables pueden ser de gran ayuda para mejorar el estado de ánimo.

Es importante y necesario, además, conocer, informarse y solicitar recursos públicos o privados disponibles que ayuden a mantener una rutina diaria activa y estructurada de la persona con demencia.

En muchas ocasiones, es necesario el apoyo psicológico individual. Se trata de un recurso muy útil para poder afrontar la tarea de cuidar a una persona con una enfermedad que conlleva cambios en todo el proceso.