Los problemas de conducta
La inquietud motora es la necesidad de moverse sin ningún objetivo ni rumbo y sin intencionalidad.
Si a este tipo de conducta se le añade la posible desorientación que padece la persona con demencia, puede suceder que la persona abandone, de manera no consciente, los límites marcados por sus cuidadores para su seguridad, suponiendo riesgo de pérdida.
Abandone, de manera no consciente, los límites marcados por sus cuidadores para su seguridad.
En ocasiones, la inquietud motora puede ser desencadenada por enfermedades médicas, déficits nutricionales o determinados fármacos.
Por ello, la mejor forma para empezar a ayudar a alguien que presenta inquietud motora es consultar al médico de referencia para descartar cualquiera de estas posibilidades.
¿Cómo debemos actuar ante la inquietud motora?
Estas son algunas pautas a tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a estas conductas:
Los problemas de conducta
La enfermedad del Alzheimer puede asociar síntomas que generan malestar al paciente y a su entorno. Veamos qué podemos hacer en cada caso.
¿Cuáles son los síntomas conductuales y psicológicos más frecuentes?
La depresión.
La apatía: falta de entusiasmo.
La desinhibición: conductas inapropiadas.
La irritabilidad: enfado con facilidad.
La inquietud motora: moverse sin rumbo.
Las alucinaciones.
Los delirios.
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¿Cuáles son los síntomas conductuales y psicológicos más frecuentes?
La depresión.
La apatía: falta de entusiasmo.
La desinhibición: conductas inapropiadas.
La irritabilidad: enfado con facilidad.
La inquietud motora: moverse sin rumbo.
Las alucinaciones.
Los delirios.