Los problemas de conducta
En las demencias, la apatía es un síntoma frecuente. Particularmente en la enfermedad de Alzheimer, según avanza el deterioro, la apatía puede ir agravándose, dificultando de forma significativa la rutina diaria de la persona.
La apatía se define como un estado de desinterés y falta de motivación o entusiasmo que comporta indiferencia ante cualquier estímulo externo. Se caracteriza por la pérdida de interés por los demás, por uno mismo y por el entorno. La persona apática suele tener poco interés en llevar a cabo actividades, le falta la motivación para empezar nuevas tareas o actividades, presenta dificultad para involucrarse en una conversación y se muestra indiferente de manera habitual.
Diferencia entre apatía y depresión
La apatía puede ser un síntoma de la depresión, pero es importante diferenciarlas. En la apatía, hay una pérdida de la respuesta emocional: nada atrae su atención. En la depresión, la persona puede parecer apática porque no muestra interés ni iniciativa, pero además existe tristeza, pesimismo, desesperanza y sentimientos de culpabilidad. Todos estos síntomas no estarán presentes en una persona que solo tiene apatía.
Recomendaciones
Si nuestro familiar sufre apatía, hay algunas recomendaciones que pueden ayudarnos a motivarle y estimular su actividad:
Los problemas de conducta
La enfermedad del Alzheimer puede asociar síntomas que generan malestar al paciente y a su entorno. Veamos qué podemos hacer en cada caso.
¿Cuáles son los síntomas conductuales y psicológicos más frecuentes?
La depresión.
La apatía: falta de entusiasmo.
La desinhibición: conductas inapropiadas.
La irritabilidad: enfado con facilidad.
La inquietud motora: moverse sin rumbo.
Las alucinaciones.
Los delirios.
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¿Cuáles son los síntomas conductuales y psicológicos más frecuentes?
La depresión.
La apatía: falta de entusiasmo.
La desinhibición: conductas inapropiadas.
La irritabilidad: enfado con facilidad.
La inquietud motora: moverse sin rumbo.
Las alucinaciones.
Los delirios.